Una forma de comunicación muy difundida en la naturaleza es la que se produce por medio de señales químicas, que actúan como estímulos que inducen a un comportamiento específico sobre otro organismo. Estas señales son sustancias volátiles, llamadas “feromonas”. Para comprender su importancia, te mostramos el ejemplo de las arañas hembras, que liberan feromonas al medio como un estímulo que atrae a los machos durante la época de apareamiento.