Algunos investigadores sostienen que la vida se originó en el hielo. Compuestos como el amoníaco podrían haber reaccionado con el agua formando los primeros aminoácidos y así luego, las primeras formas de vida. Por de pronto, en la Antártida han encontrado, en bloques de hielo de un lago subterráneo, a una profundidad de casi 20 metros, microorganismos congelados – se cree- por más de 2500 años. Los científicos han obtenido muestras de bacterias y algas congeladas, que al darle calor, han vuelto a revivir. Este hallazgo apoya la hipótesis que la aparición de los primeros seres vivos podría haberse originado en el hielo.